Semblanza biográfica del Rvdo. D. Vicente Chuliá Taléns, capellán organista titular de la Real Basílica de Nª Sra. de los Desamparados de Valencia

Semblanza biográfica del Rvdo. D. Vicente Chuliá Taléns, capellán organista titular de la Real Basílica de Nª Sra. de los Desamparados de Valencia

Faustino Porras

Resum

El reverend D. Vicente Chuliá Taléns va ser, sense dubte, un dels més importants organistes valencians de la segona meitat del segle XX. Musicalment es va formar en el seminari d’aquesta ciutat, en l’Institut Pontifici de Música Sacra de Roma i en la catedral de Colònia. Després de retornar a Espanya el seu treball es centrarà en l’organistia de la Basílica de la Verge dels Desemparats, tot i que no s’ha d’oblidar la seua intensa activitat docent i concertística ni la seua incipien faceta compositiva truncada por la seua prematura defunció. Aquest article, en el que es fa aflorar l’escassa documentació conservada sobre aquest insigne organista, servirà per a completar el panorama musical valencià contemporani.

Paraules clau: Vicente Chuliá Taléns; organista; profesor; compositor; Valencia.

Resumen

El reverendo D. Vicente Chuliá Taléns fue, sin duda, uno de los más importantes organistas valencianos de la segunda mitad del siglo XX. Musicalmente se formó en el seminario de esta ciudad, en el Instituto Pontificio de Música Sacra de Roma y en la catedral de Colonia. Tras retornar a España su labor se centrará en la organistía de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, aunque no debe ser olvidada su intensa actividad docente y concertística ni su incipiente faceta compositiva truncada por un prematuro fallecimiento. Este artículo, en el que se hace aflorar la escasa documentación conservada sobre tan insigne organista, servirá para completar el panorama musical valenciano contemporáneo.

Palabras clave: Vicente Chuliá Taléns; organista; profesor; compositor; Valencia.

Abstract

Reverend D. Vicente Chuliá Taléns was, without a doubt, one of the most important valencian organists in the second half of the 20th century. Musically he studied at the seminary in this city, and at Pontifical Institute of Sacred Music of Rome and at Cologne Cathedral. After returning to Spain his work will focus on the organistía of the Basilica de la Virgen de los Desamparados, although it must not be forgotten his intense teaching and soloist activity nor his fledgling compositional facet ruined by a premature decease. This article, in which a short preserved documentation crops up on such a distinguished organist, will serve to complete the valencian contemporary musical scene.

Keywords: Vicente Chuliá Taléns; organist; teacher; composer; Valencia.

9. QuaDriVium

INTRODUCCIÓN

Sin ninguna duda D. Vicente Chuliá Taléns fue, hasta su fallecimiento, el más importante organista valenciano de la segunda mitad del s. XX. Con un talento musical innato ingresó en el Seminario de Valencia donde realizó la mayor parte de sus estudios; ordenado sacerdote en 1952, al año siguiente ingresó en el Instituto Pontificio italiano donde completó su ya sólida formación en órgano, composición sacra y canto gregoriano. De vuelta a Valencia, cuatro años más tarde, obtuvo rápidamente un amplio reconocimiento por sus dotes interpretativas y, también, por su calidad humana, siendo nombrado, entre otros muchos cargos, profesor de música en el Seminario de Moncada, organista de la Basílica de la Virgen y profesor de la Escolanía de dicha Basílica. Su labor docente se completó con una significativa actividad concertística y compositiva truncada, súbitamente, por su fallecimiento cuando tan solo contaba con 43 años. Este pequeño trabajo pretende honrar su memoria y rescatarla de un olvido en el que nunca debió haber caído.

Vicente Chuliá Taléns nació el 2 de diciembre de 1928 en Polinyà de Xúquer -Valencia-. Con una temprana e intensa vocación religiosa, ingresó en el Seminario de la diócesis de Valencia a la edad de once años, el 1 de Octubre de 1940, donde realizó los estudios propios de esta institución: lengua latina, interpretación de las Sagradas Escrituras y, por supuesto, la música propia de todas las celebraciones religiosas que, hasta el Concilio Vaticano II -1962-1965- fue, exclusivamente, el gregoriano; aunque no se indica nada al respecto, es lógico pensar que, dentro de las materias recibidas, también se incluyesen los estudios de piano y órgano. Permaneció otros siete cursos -de 1945 a 1952- en el Seminario Mayor formándose en Filosofía y Teología, disciplinas en los que obtuvo brillantes calificaciones, como consta en su expediente.1 Con 23 años, el 31 de Mayo de 19522, recibió el orden sacerdotal en el Congreso Eucarístico de Barcelona y días más tarde, el 12 de Junio, celebró su primera misa rodeado de sus seres más queridos en el pueblo que le había visto nacer.

El 24 de Julio de 1953, fue elegido y nombrado Coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Bocairente -Valencia-, cargo que ocupó poco tiempo puesto que, en Noviembre del mismo año, fue enviado a Italia para acrecentar su ya sólida formación musical. Probablemente, cuando el arzobispo de Valencia, D. Marcelino Olaechea, tomó esta decisión ya estuviese pensando en él, por su prestigio y nivel musical, como uno de los más indicados para hacerse cargo de la organistía de la Basílica de la Virgen y de parte del trabajo a realizar con una escolanía cuya fundación proyectaba desde hacía años.

Con tal propósito, D. Vicente Chuliá viaja a Roma e ingresa en el Instituto Pontificio de Música Sacra, centro vinculado directamente a la Santa Sede, presidido por aquel entonces por el afamado musicólogo español Mons. Higinio Anglés.3 Allí se va a formar en Canto Gregoriano, Órgano Principal y Composición Sacra4 teniendo como principales profesores a Ferruccio Vignannelli5 -órgano- y al propio Higinio Anglés -Historia y formas musicales del Gregoriano-. En esta prestigiosa institución permanecerá durante cuatro cursos académicos -1953-1957- obteniendo diferentes titulaciones, tal y como nos confirmó el secretario del centro.6

En su afán por alcanzar el mayor nivel musical e interpretativo posible, durante su estancia en Roma aprovechará los meses de verano para desplazarse hasta Colonia y recibir allí las enseñanzas de Josef Zimmermann7 obteniendo, además, el título de profesor de solfeo (Cárcel, 2010: 333).8

VIDA PROFESIONAL

No cabe duda de que, cuando D. Vicente Chuliá vuelve definitivamente a Valencia en el año 1957, su amplia formación organística y compositiva, adquirida en los más prestigiosos centros y con los maestros más renombrados, llamó la atención en todos los ámbitos musicales, religiosos y laicos, de esta ciudad. Ningún organista de ninguna iglesia de la diócesis, incluida la Catedral, alcanzaba su calidad interpretativa y ello lo sabía bien el arzobispo D. Marcelino Olaechea quien siempre mostró hacia su persona un especial afecto y hasta una cierta predilección.

Así, los cargos musicales importantes no tardaron en llegar siendo nombrado en años sucesivos Profesor de solfeo, piano y órgano en el Seminario Metropolitano -1957-, Capellán Organista de la Basílica de Valencia y Profesor de piano y solfeo de la Escolanía de dicha Basílica -1958-, Profesor -interino- de la cátedra de órgano del Conservatorio de Valencia -1967- y Vocal de la Comisión Diocesana de Música Sagrada -1968-; además sus familiares más directos indican que, por esas fechas, también se le ofreció una canonjía en la Catedral valenciana y el puesto de organista en la Basílica del Pilar -Zaragoza-, cargos que rechazó por fidelidad a los que ya había.

aceptado.9 Por lo tanto, hasta la fecha de su temprana muerte, D. Vicente Chuliá Taléns se dedicó profesionalmente a la enseñanza musical, impartida básicamente en el Seminario Menor y en la Escolanía de la Basílica de la Virgen, y a la interpretación del que era su instrumento preferido, el órgano.

El Seminario Menor

Recibe esta denominación un centro educativo, dependiente de una diócesis, donde cursan estudios no superiores -actualmente secundaria obligatoria y bachillerato- jóvenes menores de edad con una incipiente vocación sacerdotal; por eso esta institución también es conocida habitualmente como ‘seminario de menores’. Para resumir la azarosa historia del Seminario Menor de Valencia podemos decir que, desde finales del s. XIX, pasó por distintas ubicaciones -antiguo palacio del Conde de Cirat, en la calle Trinitarios; Colegio San José de Vocaciones Eclesiásticas, en la calle Alboraia y edificio del Seminario Mayor, también en la calle Trinitarios- hasta que, en 1948, sus estudiantes fueron trasladados al, todavía en construcción, Seminario de Moncada. En 1967 la autoridad educativa lo calificó como Colegio de Enseñanza Media de GradoSuperior, pasando a denominarse ‘Centro Diocesano de Enseñanza Media’ y, en 1974, sus instalaciones se trasladaron a Xátiva, población en la que sigue establecido actualmente.

10. QuaDriVium

D. Vicente Chuliá impartió clases de música cuando este centro estaba ubicado en Moncada como así lo confirma la abundante documentación, conservada por su familia, referida a instrucciones académicas, distribución horaria del profesorado, materias y calificaciones del alumnado, etc. Analizando las fichas de alumnos podemos llegar a entender la enorme influencia musical que D. Vicente llegó a ejercer ya que, por ejemplo, en el curso 1965-66, de los 478 alumnos matriculados en el Seminario impartió docencia directa de solfeo a 259 -64 alumnos de VII año, 59 de VI, 60 de V y 76 de IV-; en el curso 1966-67 a más de 360 de distintos niveles de Humanidades -59 de 1º, 78 de 2º , 76 de 3º, 54 de 5º, 51 de 6º y 44 de 7º-; en el año escolar 1967-68 a 364 de Bachillerato y Preuniversitario; además, como podemos comprobar gracias a sus cuadernillos de clase, mantenía sobre todos ellos un registro académico individualizado controlando los aspectos musicales más relevantes -entonación, medida, subdivisión, etc-.

Junto a las clases puramente teóricas -solfeo-, D. Vicente también se ocupaba del piano, llegando a impartir clase «de Beyer»10 a 6 grupos -cada uno de 10 u 11 alumnos-, y del órgano, sin que podamos determinar con exactitud su número por no haberse conservado la documentación correspondiente.11

Si pensamos que el Rvdo. Chuliá fue profesor en el Seminario Menor de Moncada durante quince años y que en cada curso tuvo bajo su magisterio a más de 300 alumnos, no es difícil calcular cuántos músicos valencianos actuales tienen una deuda de gratitud hacia su persona y sus enseñanzas.

La Escolanía de la Basílica de la Virgen

La escolanía es un grupo de niños cantores, habitualmente perteneciente a una capilla catedralicia, que tiene por principal misión la de ocuparse de los registros agudos en las piezas musicales litúrgicas puesto que, en el culto, estuvo prohibida la participación femenina durante siglos12; este conjunto, también conocido como ‘niños cantores’, ‘cantorcicos’ o ‘infantillos’, existía en las principales catedrales españolas desde los ss. XVII y XVIII y contribuía, junto con los ministriles -instrumentistas-, el coro y, en ocasiones, los solistas, «veinteneros» y sochantre, a dar empaque y solemnidad a la celebración de la misa, los oficios y cualquier otro acto catedralicio.

Aunque, tras la guerra civil, la Capilla de la Virgen -posteriormente Real Basílica- contaba con un pequeño coro de infantillos13, en la Seo valenciana esta agrupación no se había vuelto a formar por lo que, cuando D. Marcelino Olaechea fue nombrado arzobispo de Valencia -el 17 de febrero de 1946-, se encargó personalmente de dicho proyecto. Durante más de cinco años el cabildo catedralicio, órgano a quien correspondía su creación, dio muestras de un absoluto desinterés puesto que los acuerdos tomados en las reuniones capitulares nunca llegaron a concretarse en la práctica. Y si bien es cierto que la responsabilidad de la formación musical y religiosa de los infantillos, correspondía en primera instancia al maestro de capilla, ni él, D. Eduardo Soler Pérez, ni ninguno de los cantores aceptaron dicha labor, lo que colmó la paciencia del arzobispo y, decepcionado, abandonó la idea de una escolanía catedralicia.

Sin embargo su anhelado sueño no se truncó porque, con el mismo empeño, comenzó a trabajar en la fundación de una escolanía para la que, por aquel entonces, ya era Real Basílica de la Virgen de los Desamparados. Apoyado en esta iniciativa por su secretario personal, D. Joaquín Mestre Palacios, Prior de la Basílica desde 1957, y por el Capellán Mayor de este templo, D. Emilio María Aparicio Olmos, muy pronto tuvo claro quién era la persona idónea para desempeñar el cargo de director, responsabilidad que recayó en D. José Estellés Caballer14; en cuanto al puesto de profesor de solfeo y piano, el nombramiento recayó en D. Vicente Chuliá Taléns (Aparicio, 1962: 440) 15, verdadero magíster con cualidades musicales reconocidas y capacidad docente y didáctica demostrada.

Su actividad vinculada a la Escolanía se inició en febrero de 1958, mes en el que tuvieron lugar las pruebas de admisión de quienes formarían la primera promoción de escolanes: tras llevarse a cabo los exámenes de cultura general -concretamente los días 10, 15 y 17 de dicho mes-, «...en días sucesivos se realizó la prueba de voz y aptitud musical ante el director de la Escolanía, Rvdo. D. José Estellés, y el profesor de piano, Rvdo. D. Vicente Chuliá».16 Desde entonces su labor docente, que implicaba dar en este centro 21 horas semanales de clases de solfeo y piano, fue continua, sólo interrumpida puntualmente a lo largo del periodo vacacional disfrutado por los escolanes durante el mes de Agosto. Puesto que, en su momento, el arzobispado había decidido que la Escolanía estuviese emplazada en determinadas dependencias del antiguo Seminario, hasta allí acudía diariamente D. Vicente para impartir sus clases.

El solfeo y la teoría musical se trabajaban todas las tardes -incluso la de los sábados- y alguna mañana -miércoles y sábados- con grupos que presentaban un nivel diferenciado en función del año en que se había ingresado en la Escolanía. D. Vicente prestaba especial atención a todos aquellos aspectos relacionados con la entonación y la medida ya que, al concluir el curso escolar, los escolanes eran matriculados en el Conservatorio de Valencia donde «oficializaban» tales estudios. En cuanto al piano, las clases diarias consistían en la solución de cuestiones referidas al repertorio y digitación, así como la supervisión de los demás aspectos musicales e interpretativos que asegurasen la superación de los correspondientes exámenes en el Conservatorio. Todo este trabajo era mostrado ante los padres de los escolanes en una reunión que se celebraba en el salón de actos del antiguo Seminario a finales de Junio.

El hecho de que el número total de escolanes y aspirantes fuese reducido -nunca superó los cincuenta- y que las cualidades musicales de quienes integraban la escolanía fuesen elevadas -ya que para el ingreso era preciso haber superado una prueba de aptitud musical- le permitía llevar un control personalizado aunque realizado de manera mucho más flexible que en el Seminario de Moncada, a pesar de lo cual sus cuadernos reflejaban calificaciones numéricas, verbales, de orden, indicaciones sobre el grado de madurez, etc.

Desde que fue nombrado profesor de la Escolanía -1958- hasta la fecha de su muerte -1972-, Don Vicente Chuliá dio clase a las 15 primeras promociones, con un total de 158 escolanes de los que muchos se dedicaron al mundo de la música como profesionales o simples aficionados.

11. QuaDriVium

Lám. 1: El Rvdo. Chuliá Taléns con uno de los escolanes en el acto de fin de curso de 1971.

(Archivo fotográfico del autor).

El Conservatorio de Valencia

Esta i nstitución académica se fundó en 1879 y, aunque en el proceso no participó directamente D. Pascual Pérez y Gascón, organista de la Catedral valenciana, sí jugó un papel destacado en la gestación de dicho proyecto (Fontestad, 2006: 215 y ss). Seguramente en agradecimiento a su labor, se decidió que allí se impartiese la enseñanza de órgano -además de solfeo, canto, piano, violín, viola, violonchelo, contrabajo, armonía y composición-17, aunque el centro no contase con este instrumento; más adelante la asignatura de órgano desapareció del plan de estudios, volviendo a ser implantada a mitad del s. XX, con D. Manuel Palau como director del centro (Ros, 1998: 29).

A finales de los cincuenta, y puesto que el Conservatorio seguía sin contar con un órgano en sus instalaciones, las clases se daban fuera del centro, siendo D. Vicente Chuliá el profesor encargado de las mismas18 hasta que, en 1967, fue nombrado profesor -interino- de la cátedra de órgano. Gracias a la documentación conservada por su familia sabemos que D. José María Mancha19 le felicitó «[…]sinceramente por su nombramiento para ocupar interinamente la cátedra de órgano de ese Conservatorio».20 Aunque no podemos precisar hasta cuando ocupó dicho cargo, algunos datos nos serán útiles para lograr un poco más de concreción: sabemos que en 1968 la casa «Organería Española S. A.» construyó e instaló el órgano en el Conservatorio de Valencia, proceso del que mantuvo informado en todo momento a D. Vicente Chuliá. El propio D. José María Mancha le remitió una carta, el 9 de Mayo de 1969, refiriéndose a la celebración en Daroca de una reunión de estudiantes de órgano de Madrid, Barcelona y Valencia comentando, de profesor a profesor, distintos aspectos de la misma -fechas, localización, proyectos, etc-; además, en el sobre de la misiva como destinatario aparece el sr. Chuliá, «Organista de la Basílica de los Desamparados y Profesor del Conservatorio».

Por lo tanto es muy probable que D. Vicente permaneciese en este cargo hasta su muerte ya que dicha cátedra -a la que se adscribió la de clavecín- no fue ocupada hasta 1974 por el Sr. Ros i Pérez, primero interinamente y, tras la correspondiente oposición -1982-, como catedrático numerario.21

La Organistía de la Real Basílica de la Virgen

Como ya hemos visto, tras volver de Roma a Valencia en el año 1957, D. Vicente Chuliá fue elegido para ocupar diversos cargos; hoy, con la perspectiva que da el transcurso del tiempo, podemos afirmar que, de todos ellos, el de organista de la Basílica provocó hacia su persona una especial inquina y animadversión por parte de quien, por aquel entonces, era organista de la Catedral, D. José Climent Barber.

Para entender bien la cuestión debemos volver al momento en el que se fundó la Escolanía de la Real Basílica de la Virgen y D. Vicente Chuliá fue nombrado su profesor de solfeo y piano; lógicamente, esta relación con la Escolanía implicaba, también, un vínculo directo con la organistía de la Basílica ya que nadie podía acompañar mejor las intervenciones corales de esta agrupación que aquel que trabajaba con los escolanes diariamente. Por lo tanto la elección fue clara: la misma persona debía desempeñar ambos cargos y aunque el tiempo demostró lo acertado de aquella decisión, podemos decir que destapó la caja de los truenos.

Parece ser, según un edicto de oposición22, que la organistía de la Basílica de la Virgen y de la Catedral pertenecían a la misma plaza -primer organista de la Catedral-, algo hasta cierto punto lógico si pensamos que, en un principio, la Capilla de la Virgen era un anejo de la Seo. También hay constancia documental de que, antes de los nombramientos citados, el Prior y secretario del arzobispo, D. Joaquín Mestre, pensó en el organista de la Catedral, D. José Climent, para ocupar todos los puestos -organistía de la Catedral y de la Basílica y, por extensión, profesor de música de los escolanes-: sólo así puede entenderse que le mantuviese al tanto de la marcha de este proyecto cuando se encontraba en el extranjero.23 Pero, por otra parte, hay que tener en cuenta que, cuando se fundó la Escolanía, cuyo concierto inaugural se dio a principios de diciembre de 1958, el sr. Climent no estaba en Valencia sino que había sido enviado al extranjero para completar su formación24 y, sin embargo, D. Vicente Chuliá ya era toda una personalidad reconocida en el ámbito musical valenciano; todo ello hace que se comprenda fácilmente la decisión del arzobispo Marcelino Olaechea.

12. QuaDriVium

Lám. 2: El Rvdo. Chuliá Taléns en el órgano de la Real Basílica de la Virgen de Valencia.

(Archivo familiar).

Desde ese momento D. José Climent consideró que le habían usurpado algo que le pertenecía y no dejó de propalar lo que él consideraba una injusticia, injusticia que, en nuestra opinión, no existió por dos razones: en primer lugar, no está del todo claro si su cargo era el de primer o el de segundo organista -algo a lo que él mismo alude, aunque rechazándolo, en un diario local-25; y, en segundo lugar, no podemos olvidar que el arzobispo tenía plenos poderes para llevar a cabo los nombramientos que considerase oportunos: de hecho, en las capillas catedralicias siempre fue muy frecuente que los instrumentistas consiguiesen sus plazas al ser nombrados directamente por el arzobispo que, a menudo, hacía uso de las prerrogativas de su dignidad (Ramirez, 2005: 220). Pero como el «problema» era de otra naturaleza, todo se solucionó de la manera más simple: siguió cobrando, directamente del arzobispo, por una tarea que no realizaba.26

Ajeno a toda esta desagradable polémica, el Rvdo. D. Vicente Chuliá, siempre desempeñó con absoluta profesionalidad y dedicación su labor al frente de la organistía de la Basílica de la Virgen, consistente en acompañar todas las mañanas, a las 8, la misa de Infantes y todas las tardes, también a las ocho, el rosario y la salve solemne. Para ello, el director D. José Estellés, elaboraba una breve relación de cánticos, en función del santoral, el calendario litúrgico y los propios ensayos de la Escolanía, que le hacía llegar puntualmente para que realizase el oportuno acompañamiento. De los cantos a interpretar, su ordenación y otros detalles, la familia ha conservado una útil documentación manuscrita.

Actividad Concertística

Junto a la labor docente, todo músico aspira a desarrollar su faceta interpretativa y el caso de D. Vicente Chuliá no fue una excepción, por eso nos consta que sus conciertos de órgano fueron muy numerosos aunque, por desgracia, de muchos de ellos se han perdido las referencias correspondientes.

El primero del que podemos hablar es el que dio en la Basílica de la Virgen el mismo día en que tuvo lugar la presentación oficial de la Escolanía. La tarde del 7 de diciembre de 1958, después de la ofrenda del Prior D. Joaquín Mestre, «[…]la Escolanía interpretó su parte gregoriana y tras la interpretación a órgano de la Fantasía y Fuga en la menor, de Bach, por el reverendo Don Vicente Chuliá, la parte polifónica»27; sin duda fue una intervención breve pero podemos decir que dio una buena muestra de su dominio técnico y musical.

El 21 de diciembre de 1960 D. Juan Barrachina Rodríguez28, de Cocentaina -Alicante-, se puso en contacto con D. Vicente para proponerle dar el concierto de inauguración del órgano de la Parroquia de Santa María, en dicha población. Según sus palabras, tras las fiestas navideñas la instalación del instrumento se demoraría unos veinte días, con lo que la previsible fecha del concierto podría ser a finales de enero de 1961; en la carta el sr. Barrachina también le solicitaba un programa con las correspondientes notas para su impresión.

De otro concierto previsto, aunque finalmente no realizado, da cuenta Juan José Cardona (Cardona, 1981: 7); en este caso se trataba de celebrar la inauguración del nuevo órgano, instalado en los primeros días del año 1962 en el templo parroquial de la Purísima Xiqueta de Benissa -Alicante-. Los maestros organeros propusieron «[…]celebrar un concierto inaugural a cargo de Mosén Vicente Chuliá Taléns, organista de la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia […]».29 Como podemos comprobar, aunque sólo hacía cuatro años que D. Vicente había vuelto de Italia, su fama era tal que era requerido por los mejores constructores para que inaugurase sus órganos y demostrase, así, todas las potencialidades sonoras de los nuevos instrumentos. Éste, en concreto, había sido construido por la casa «Orgues de Nostra Senyora de Montserrat» -Collbató, Barcelona- donde trabajaba Gabriel Blancafort, una de las principales personalidades en el mundo de la organería30 con quien D. Vicente llegaría a trabar una buena amistad, como se desprende de alguna de las cartas conservadas.

El órgano de la iglesia arciprestal de San Pedro Apóstol de Sueca -Valencia-, destruido en 1936, fue substituido por otro nuevo donado por Dª Teresa Torres Baldoví en 1964 (Furió, 1980: 30). Bendecido el 5 de Septiembre de dicho año, su concierto inaugural fue encomendado a D. Vicente Chuliá quien interpretó un interesante repertorio estructurado en tres partes, con obras de los autores más representativos de los distintos estilos musicales, como podemos leer en el programa de mano que acompañaba a la invitación. También fue el encargado del concierto ofrecido en la iglesia de la Virgen de Sales, de esta misma localidad, con motivo de la inauguración de su nuevo órgano, donado por los señores Romero-Ferrando, el 11 de abril de 1965.31

Tal y como hemos visto en páginas anteriores, el Conservatorio de Valencia no contó con un órgano hasta finales de 1968, instrumento que fue inaugurado por el catedrático de esta especialidad en Madrid, D. José Mª Mancha; desde ese momento, tal y como relata D. Vicente Ros, allí se dieron «[…]aunque no con mucha regularidad algunos conciertos, no solo por diversos organistas de la ciudad como V. Chuliá, […] sino también por foráneos e, incluso extranjeros[…]».32

13. QuaDriVium

En amena conversación mantenida con mi antigua profesora de armonía, Dª Mª Teresa Oller Benlloch, el 21 de Junio de 2011, surgió el tema de su amistad con D. Vicente y de cómo éste solía colaborar habitualmente con las agrupaciones corales que ella dirigía. Concretamente me habló de que, con uno de sus grupos habían estrenado una misa de D. Eduardo López Chavarri, -dedujimos que, dadas las fechas, debió de tratarse de la Misa Bernarda-.

El 23 de junio de 1971, ofreció un «Gran concierto de órgano» en la Parroquia de San Juan y San Vicente de Valencia, con motivo de la festividad del primer titular, San Juan. Curiosamente este concierto fue realizado por D. Vicente Chuliá -1ª parte- y D. José Climent -2ª parte- y al mismo asistió D. Marcelino Olaechea quien, por estas fechas, ya había renunciado a su cargo; como anécdota diremos que, al finalizar la primera parte, el antiguo arzobispo dio muestras de su entusiasmo sacando públicamente un pañuelo blanco y agitándolo.33

En años sucesivos este templo acogerá diversos conciertos, similares a este, ya que contaba con un órgano barroco del s. XVIII que había sido reconstruido recientemente.

D. Vicente también participaba con su labor interpretativa en determinadas actividades culturales como, por ejemplo, las celebradas en el Seminario Metropolitano para festejar la novena a la Inmaculada. Allí, además de los diversos actos religiosos propios del centro, en 1971 se organizaron conferencias, exposiciones, representaciones teatrales y actividades musicales, entre ellas un recital de órgano a su cargo.

El último concierto de D. Vicente Chuliá, del que tenemos constancia documental, se llevó a cabo pocos meses antes de su fallecimiento; con motivo de la celebración del VIII Congreso Eucarístico Nacional de Valencia, la Parroquia de San Juan y San Vicente volvió a solicitar su presencia, junto con la del organista de la Catedral, aunque esta vez actuaron en días sucesivos, sin coincidir en el mismo acto. El miércoles 24 de Mayo de 1972 fue el turno de D. Vicente quien ejecutó obras de autores cuyos estilos abarcaban desde el Renacimiento hasta la época contemporánea.

Dada la calidad interpretativa de D. Vicente Chuliá y el prestigio que adquirió en muy poco tiempo es seguro que su actividad concertística fue mucho más extensa de lo que aquí hemos podido certificar, como cabe deducir de una carta que, en marzo de 2011, me remitió amablemente D. Vicente Ros.34

Lám. 3: Programa del último concierto interpretado por el Rvdo. Chuliá Taléns el 24 de Mayo de 1972.

(Archivo familiar).

LABOR COMPOSITIVA

Si bien es cierto que, en el ámbito musical eclesiástico, la labor compositiva recaía fundamentalmente sobre los maestros de capilla, con frecuencia, también los organistas se dedicaban a estos menesteres puesto que su formación incluía los estudios de Composición Sacra; además, el actuar diariamente en los servicios religiosos les permitía tener un conocimiento profundo de la estructura y características de las piezas del repertorio litúrgico, tales como himnos, misas, versos, responsorios, antífonas, etc.

Aunque el temprano fallecimiento de D. Vicente Chuliá impidió que se dedicase en profundidad a este campo, su familia ha conservado material manuscrito que confirma el interés que mostraba hacia la creación musical; se trata de un conjunto escaso, habitualmente desordenado e incompleto y, con frecuencia, muestra un estadio inicial de la composición. Es muy probable que hubiese mucho más y que gran parte se perdiese ya que, tras su muerte, sus escasas pertenencias (básicamente libros y partituras) fueron depositadas en el domicilio paterno de Polinyà anegado por la pantanada de Tous -octubre de 1982-. Sus familiares relatan cómo, en los días posteriores, tuvieron que desprenderse de abundante ‘papel de música escrito a mano’ que había quedado absolutamente inutilizado y deteriorado por el barro y el agua.

14. QuaDriVium

Las obras que hemos podido estudiar y transcribir -omitiendo un gran número de adaptaciones para órgano de piezas barrocas y clásicas, ejercicios contrapuntísticos y fragmentos preparatorios- son las siguientes:

De Nostra Terra. Himno en valenciano a la Virgen de los Desamparados para solistas y coro con acompañamiento de órgano. Sin fecha de composición ni título -se opta por utilizar el incipit como título-. Tonalidad: sol m -antiguo modo eclesiástico eolio-. Estructura responsorial con estribillo a cargo del coro. Desde el c. 39, referencias musicales al «Himno de la Coronación» -L. Romeu-. Transcripción: F. Porras.

Liberame Domine. Responsorio en latín de las exequias de difuntos para dos solistas con acompañamiento de órgano.Sin fecha de composición. Tonalidad: mi m -muchas referencias al antiguo modo eclesiástico eolio-. Carácter homofónico con ligeros momentos de contrapunto imitativo. Transcripción: F. Porras.

Una breve pieza vocal para 4 voces, a capella.Composición breve -32 cc-; entendemos que es vocal por el uso original de las claves -Do en 1ª, 3ª, 4ª y Fa en 4ª-. Sin título. Firmada y fechada -1 de Junio de 1964-. Quizás se trate de un ejercicio para alguna prueba. Tempo vivo; tonalidad Do M con flexiones intratonales; ligero contrapunto. Transcripción: F. Porras.

Una Misa -incompleta-. Contiene sólo el acompañamiento de órgano para tres de las cinco partes del ordinario -Kyrie, Gloria y Credo-.

Una ‘Glosa’ -incompleta- para órgano sobre el Himno de la Coronación, de L. Romeu.

Una Sonatina -incompleta-, para piano, en fa # menor, enormemente rítmica, con tratamiento modal y referencias a determinadas piezas de Bartók.

Un Andantino -incompleto- formado por una línea superior y piano, en fa mayor y carácter melódico.

Además de estas obras, cuyas partituras se han conservado, el autor de estas líneas debe referirse a otra de la que, desgraciadamente, no ha podido obtener documentación. A comienzos del curso 1970/71 D. Vicente Chuliá solicitó permiso a la dirección de la Escolanía para que, durante un par de semanas, dos escolanes pudieran salir en horario escolar y dirigirse a su domicilio, en la C/ Conde de Trenor, para grabar un «belén»35 a dos voces con acompañamiento de piano escrito por él mismo.

La dirección concedió permiso y él seleccionó para tal cometido, por su nivel de afinación y lectura musical, a dos escolanes, uno de ellos, el que esto suscribe. En ese periodo trabajamos con D. Vicente Chuliá en su sala de música que contaba con un piano, un magnetófono de bobinas y un órgano de tubos; la grabación se realizó y, en su momento, pudimos escucharla pero aunque el aparato todavía es conservado por la familia, tras la pantanada de 1982 las cintas se deterioraron y la partitura desapareció.

Lám. 4: Inicio del himno en valenciano De Nostra Terra, del Rvdo. Chuliá Taléns.

Transcripción: F. Porras.

15. QuaDriVium

EPÍLOGO

Don Vicente Chuliá era una persona culta y siempre se mostró interesado, además de por la música, por la arquitectura, el folclore, el cine y la literatura; le encantaba viajar y comprobar en primera persona las manifestaciones artísticas más relevantes de cada lugar. Y esa actitud la mantuvo hasta el final de su vida.

Su salud siempre había sido frágil y, gradualmente, se había ido deteriorando: una insuficiencia renal crónica le hacía caminar con cierta dificultad y mostrar una alarmante inflamación en las articulaciones de las manos.

A pesar de ello, en Agosto de 1972 decidió viajar hasta el norte de África para conocer Marruecos donde, repentinamente, su estado se agravó. Las condiciones médicas de aquel país aconsejaron su retorno urgente a Valencia aunque, ya en su domicilio, la insuficiencia renal derivó en terminal provocando su muerte el 13 de Agosto.

Los recuerdos que conserva la familia de aquellos momentos son verdaderamente dolorosos. El prior de la Basílica, D. Joaquín Mestre, les apremió sin contemplaciones para que desocupasen lo antes posible el piso, propiedad del arzobispado, en el que había vivido nuestro estimado organista. Un grupo de profesores del Conservatorio de Valencia se presentó allí -nadie ha sabido indicarme quién les dio aviso- y revisó la enorme cantidad de libros y partituras propiedad de D. Vicente: lo que consideraban de utilidad era apartado y el resto desechado. La familia, presionada ante el obligado y urgente desalojo, optó por ceder dicho material a esta institución académica que, para evitar posteriores reclamaciones de pertenencia, dio una cantidad simbólica -2000 ó 3000 pts, creen recordar- y consignó la operación como «venta» del archivo musical.36 El hermano, D. Juan Chuliá, todavía se emociona cuando recuerda que, de allí, se llevaron cajas llenas de libros y «[…] molts fulls de música a mà» entre las que habría, probablemente, más de una composición de D. Vicente. Su impresionante órgano que estaba situado en el centro de la sala de música tuvo que ser desmontado y cedido a la Parroquia de Nuestra Señora del Remedio, de Valencia, donde se encuentra actualmente; el resto de objetos y pertenencias personales fueron trasladadas a casa de sus padres. Y aunque la prensa se hizo eco de su fallecimiento, la Basílica sólo le dedicó una breve nota en el «Mater Desertorum» -revista de la Real Archicofradía- nº 427 y un funeral en el que no participó su más preciada agrupación, la Escolanía. Poco después su nombre sólo era recordado por su familia y por sus amigos.

La tarde del 2 de Agosto de 2011, después de mantener una entrañable charla con la familia de D. Vicente Chuliá, quise ir con alguno de ellos hasta el cementerio de Polinyà a ver la sepultura del que había sido mi primer maestro de música, hoy injustamente olvidado. Al llegar todos nos quedamos en silencio hasta que su cuñada Pilar, mujer muy creyente, dijo que «ahí está Vicente, esperando la resurrección de los muertos». Lo único que yo esperaba era rescatar su memoria; ojalá lo haya conseguido.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

APARICIO, E. M. (1962): Nuestra Señora de los Desamparados, Patrona de la Región Valenciana, Valencia, A. R. Archicofradía de Nuestra Sra. de los Desamparados.

————————————- (1972): Antología de la Virgen y su Templo, Valencia, A. R. Archicofradía de Nuestra Sra. de los Desamparados.

ARCHIVO FAMILIAR de D. VICENTE CHULIÁ.

– Álbum fotográfico.

– Correspondencia personal

– Correspondencia profesional (casas constructoras de órganos, solicitud de conciertos, etc).

– Documentación Alumnos Seminario Menor Moncada (cuadros horarios, distribución grupos, fichas, libro calificaciones alumnos, instrucciones, etc).

– Facturas diversas (suscripciones, pagos, etc.).

– Facturas material musical: partituras y discos.

– Libreta Calificaciones Escolanía de la Virgen.

– Libro de Estudios PIMS.

– Nombramientos.

– Partituras manuscritas.

– Presupuestos proyectos de órganos.

– Programas Conciertos ajenos.

– Programas Conciertos propios.

– Recibos de cobros (Basílica de la Virgen).

16. QuaDriVium

ARCHIVO FOTOGRÁFICO del AUTOR

CÁRCEL, V. (2010): Obispos y sacerdotes valencianos de los siglos XIX y XX. Diccionario Histórico, Valencia, Edicep.

CARDONA, J. J. (1981): “El nuevo templo parroquial de la Purísima Xiqueta”, Órganos Del País Valenciano, Asociación Cabanilles de Amigos del Órgano, núm. XXIV, Octubre.

CLIMENT, J. (1999): La Escolanía de Nuestra Señora de los Desamparados, Valencia, Diputación de Valencia.

FONTESTAD, A. (2006): El Conservatorio de música de Valencia. Antecedentes, fundación y primera etapa (1879-1910), Tesis Doctoral, Valencia, Universitat de Valencia, Departamento de Historia del Arte.

FURIÓ, A. (1980): “Órganos de Sueca (Valencia)”, Órganos Del País Valenciano, Asociación Cabanilles de Amigos del Órgano, núm. XIII-XIV, Noviembre-Diciembre.

ORTIZ, P. (2011): “En la iglesia, y me va a perdonar, no es oro todo lo que reluce”, Las Provincias, 1 de Mayo, Noticias Comunitat, 3.

RAMÍREZ, R. (2005): El compositor Josep Pons i el llenguatge musical per a la litúrgia de l’ordinarium: “Misa a 4 y a 8 con oboes, violines y trompas sobre la antífona ecce sacerdos magnus” (1786), Tesis Doctoral, Valencia, Universitat de Valencia, Departament de Teoria dels Llenguatges.

ROS, V. (1988): “El órgano en los conservatorios valencianos”, Cabanilles, Revista trimestral, Asociación Cabanilles de Amigos del Órgano, núm. 25, Enero-Marzo.

NOTAS

1 Las conocemos gracias a su ficha arzobispal: Latín y Humanidades, Benemeritus; Filosofía, Meritissimus y Sagrada Teología, 9.

2 A pesar de su edad Vicente Chuliá Taléns pudo tomar los hábitos ya que, aunque se requerían 24 años para acceder al sacerdocio, Roma concedía una dispensa máxima, para los que no alcanzaban dicha edad, de 18 meses.

3 Anglés (1888 – 1969) es, hasta la actualidad, la personalidad de mayor relevancia que ha tenido la musicología española en todos los tiempos. Discípulo de Pedrell y Ludwig, fue director del Instituto Español de Musicología.y presidente del Instituto Pontificio de Música Sacra desde 1947 hasta 1969. Además de su importante faceta docente su labor se ha centrado especialmente en la transcripción y publicación de la música antigua española: Musici organici Johannis Cabanilles (1644-1712), Opera omnia, 4 vol., Barcelona 1927-33-36-56; La Música de las Cantigas de Santa María del Rey Don Alfonso el Sabio, 3 vol., Barcelona 1943-58-64, etc.

4 Podemos conocer todas sus calificaciones gracias a su Libelus Studiorum, del PIMS, conservado en su archivo familiar.

5 Vignanelli (1903-1988), ha sido uno de los más afamados organistas italianos del s. XX. Nacido en Civitavecchia, ingresó en el Instituto Pontificio de Música Sacra donde se diplomó en canto gregoriano y composición. Con solo 30 años obtuvo la titularidad de la cátedra de Órgano principal y Organografía en dicho instituto y, más tarde, la de clave en el Conservatorio Santa Cecilia, sin ninguna duda, la más importante escuela de música de Roma. Además su trabajo se ha centrado en la divulgación interpretativa de las composiciones clavecinísticas del barroco y preclasicismo.

6 Amablemente nos remitió el siguiente correo electrónico: Egregio Signore, Padre Chulia don Vincenzo è stato ammesso la Pontificio Istituto di Musica Sacra il 6 novembre 1953, ha conseguito: il Baccalaureato in canto gregoriano il 25 giugno 1954; media: 7,56. Il Baccalaureato in composizione sacra: il 27 giugno 1957; media: 7,94. Il Baccalaureato in organo il 27 giugno 1957: media punti: 7,21. La Licenza in canto gregriano: il 25 giugno 1955 con la media punti: 7,31. Classifica: bene probatus. Rimango a disposizione per ogni ed evenuale informazione. Distinti saluti. Il Segretario.

7 El profesor Josef Zimmermann (1906 – 1998) destacó en toda Alemania como intérprete y docente de órgano. Nacido en Colonia, ciudad en la que realizó la mayor parte de sus estudios musicales, ocupó diversos cargos hasta que, en 1948, fue nombrado organista principal de la catedral, puesto que desempeñaría hasta 1985. También destacó como compositor y divulgador de la música religiosa contemporánea, estrenando la mayor parte de las obras de Hermann Schroeder.

8 Éste toma como fuente el Boletín Oficial del Arzobispado de Valencia p. 615.

9 Esta información me fue transmitida oralmente por su hermano, Juan, y la mujer de éste, Pilar, el 2 de Agosto de 2011. Con ellos y con otros miembros más jóvenes de la familia de D. Vicente, mantuve una extensa y emotiva charla en Polinyà.

10 Beyer (Ferdinand) fue un pianista alemán del Romanticismo pleno muy valorado el pasado siglo, sobre todo, por su método Vorschule im klavierspiel (‘Escuela preparatoria del piano’), op. 101.

11 A pesar de ello sabemos que también dio clases de órgano porque D. Vicente se ocupaba de matricular en el Conservatorio a aquellos alumnos que destacaban, como podemos comprobar en diversos documentos conservados por la familia, como uno en el que consta que, entre otros, matriculó a Lorenzo Barber (más tarde Llorenç Barber Colomer, afamado compositor contemporáneo), de Armonía, Historia de la Música, Piano y Órgano.

12 Excepción hecha, claro está, de los conventos y monasterios femeninos.

13 Esta agrupación, fundada por Vicente Sansaloni Ciscar por encargo del Prior D. Pascual Llopis, era la responsable del canto en dicha capilla, siendo acompañada por el organista Francisco Tito. Aunque las referencias a tales actos son escasas, todavía podemos hallar alguna, como la que se hace en el diario ABC del 28 de Mayo de 1952 (p. 24); en ella se habla de la visita que realizó a la Basílica ‘…el Generalísimo. […]. Seguidamente se entonó una salve por los escolanes de la capellanía’.

14 José Estellés (1925-1984) estudió en el Instituto Pontificio de Roma y, tras ocupar toda una serie de puestos, fue nombrado director de la Escolanía en 1957, cargo que desempeño, aunque no ininterrumpidamente, hasta su fallecimiento. A finales de 2010, Carmelo González Velasco publicó su biografía, Un músico para la Virgen, (Ed. Edicep).

17. QuaDriVium

15 Además, tal y como se recoge en el artículo 2º del Reglamento fundacional de la Escolanía (véase p. 437) dicho cargo conllevaba el de Vocal de la Comisión Rectora, órgano encargado ‘…de encauzar y dirigir el funcionamiento de la misma’.

16 ibidem, p. 442.

17 ibidem, p. 230.

18 ibidem, p. 31.

19 D. José María Mancha (1907 – 1971) fue organista de la catedral de S. Isidro (Madrid) y, desde 1965, catedrático de órgano del Conservatorio Superior de Música de Madrid. Fue autor de diversos estudios sobre músicos españoles y extranjeros, y grabó una Antología de discos de música clásica española.

20 La carta no tiene fecha pero el matasellos del sobre es de 4 de Febrero de 1967, por lo que el nombramiento debió de ser anterior.

21 ROS, op. cit. p. 32.

22 Edicto al que no se me ha dado la oportunidad de acceder a pesar de haber solicitado su consulta.

253 El texto puede leerse en CLIMENT, 1999:15.

24 Según sus propias palabras, por sugerencia del arzobispo, marchó a París durante la riada del 57 y allí permaneció dos años. (Véase ORTIZ, 2011: 3).

25 ibidem, 3.

26 ORTIZ, 2011: 3. Tal y como relata en la entrevista ya citada, desde 1958 hasta 1972 estuvo percibiendo 1000 pts al mes, cantidad que, en aquellos años, era una suma muy importante puesto que en 1969 el cargo de organista de la Basílica tenía una remuneración que oscilaba entre las 1200 y las 1600 pts, en función de los actos en los que intervenía, tal y como puede deducirse a partir de los recibos de cobros del Sr. Chuliá que conserva su familia.

27 APARICIO, op. cit. p. 445.

28 Algunos años después, D. Juan Barrachina ejercerá como maestro en el Colegio de S. Antonio de Padua de Carcaixent (Valencia).

29 ibidem, p. 7.

30 Gabriel Blancafort i París, además de su experiencia profesional tenía un amplísimo bagaje musical puesto que era hijo de Manuel Blancafort, afamado compositor contemporáneo español y miembro del barcelonés Grupo de los Ocho (grupo incluido habitualmente en la Generación del 27).

31 ibidem, p. 31.

32 ROS, op. cit. p. 32.

33 Anécdota relatada por la familia del reverendo Chuliá al autor de estas líneas, la tarde del 2 de Agosto de 2011.

34 «[…] El órgano de Albalat no lo inauguró él [D. Vicente] y los que sé con certeza que lo hizo aún no he podido localizar el programa u otros datos al respecto. Todo se andará […]».

35 «Belén» era el nombre que se daba a una representación teatral de temática navideña, con partes cantadas y habladas. De un solo acto y poca duración (alrededor de una hora), recogía la tradición de los sainetes ya que, con el pretexto del nacimiento de Cristo, en el ‘belén’ aparecían todos los personajes prototípicos (el pastor de pocas luces y refranero, la pastora despierta, el diablo que intentaba impedir que llegasen al portal a adorar al Niño, los Reyes Magos, etc). Incluía efectos escénicos (apariciones súbitas, luces, humo…) y sonoros y el texto estaba escrito en castellano. Era tradición que, al aproximarse las fechas navideñas, los escolanes fuésemos al Teatro Talía (C/ Caballeros) a ver dicha representación.

36 Tal y como me confirmo Dª Mª Teresa Oller, ella fue una de las profesoras del Conservatorio que, en calidad de amiga del fallecido, se desplazó hasta el que había sido su domicilio. También me indicó que de todos los libros y partituras ella misma, ayudada por uno de sus sobrinos, violonchelista, había elaborado un índice exhaustivo que quedó depositado en la biblioteca del Conservatorio Superior de Valencia. A pesar de haberlo solicitado en numerosas ocasiones, este centro no respondió a mi demanda.